- Todos conocemos los diferentes contenedores de residuos sólidos que están cerca de nuestras viviendas y centros de trabajo pero ¿hacemos buen uso de ellos?
Un elevado porcentaje del alumnado de un grupo de 4º de ESO no separaba residuos, iban todos a un único contenedor que tenían en casa. Se comprometieron a separar y pesar los residuos que producía su familia durante una semana y realizarón un estudio cuyas conclusiones representaron en las gráficas que se exponen a continuación.
Con los datos obtenidos realizaron un gráfico para conocer el promedio de los residuos producidos por persona y día.
Observamos que la mayor cantidad de residuos sólidos que generamos corresponden a materia orgánica seguida de envases y vídrio.
- La siguiente cuestión que surgió fue: ¿Qué se hace con esa materia orgánica?.
El alumnado, investigando, encontró que una parte de esa materia orgánica se dedicaba al compostaje pero, la mayoría iba a un vertedero.
Diseñamos dos vertederos en el laboratorio y anotamos las observaciones realizadas durante quince días.
El diseño de la izquierda representaría un vertedero controlado donde apenas rebosa agua cuando se riega. El diseño de la derecha representa un vertedero incontrolado donde rebosa el agua y los olores según se va descomponiendo la basura.
Conclusión: Los vertederos controlados no contaminan acuíferos y no desprenden tantos olores a la atmósfera durante el proceso de descomposición de la materia orgánica.
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